domingo, 26 de julio de 2009

Tranquilidad v/s Felicidad

Estamos en el siglo XXI...sí, no les estoy contando nada nuevo, lo sé ¬¬...pero esta súper teoría que me ha acosado hace un par de semanas, casi un mes, creo que sí será nueva ^^.

Durante toda la historia de la Humanidad se ha hablado de la eterna batalla entre el Bien y el Mal. Hay novelas, películas, cuentos, comics y un sinfín de material que toman esa temática. Pues bien, creo que en pleno siglo XXI esa eterna batalla pasó de moda o se nos malgastó demasiado, perdiendo toda la prioridad que podría tener.

Con los tiempos que corren ahora, siento que la nueva batalla que libra nuestro corazón con nuestra mente es la de la Tranquilidad v/s Felicidad. No creo que sea un tema muy difícil de comprender. Pero aquí les va la explicación.

Durante siglos, el hombre ha buscado la felicidad para completarse como ser humano. Esta búsqueda lo ha llevado a cometer muchos errores y a toparse cara a cara con la Tranquilidad. Ahora, el tema es el siguiente...¿qué pesa más?, ¿la felicidad o la tranquilidad?

Según mi opinión, encuentro que es más factible ser feliz que estar tranquilo. La tranquilidad se logra cuando haz aceptado lo que tienes, cuando no deseas mucho más, cuando la cordura te señala que no se puede obtener nada más porque estaríamos mermando esa tranquilidad. Estar tranquilo es estar resignado, mirar la batalla de un punto seguro, pero sin ser partícipe activamente de la misma. En cambio, la felicidad siempre viene acompañada de problemas. No podemos ser felices y estar tranquilos, porque para conservar la felicidad, constantemente tenemos que luchar por ella. Recuerden que el diamante se logra a partir de la presión que se ejerce entre dos rocas. Es decir, lo verdaderamente valioso lo obtenemos luego de una lucha de proporciones.

Pero...¿de qué vale ser feliz si no tenemos la tranquilidad para disfrutarlo? De mucho. Porque no seriamos capaces de valorar lo que tenemos si no luchamos por ello. Porque esa constante lucha es la que nos hace fuertes, y la valentía para enfrentar todos los problemas la sacamos de nuestra propia felicidad.

Los tiempos han cambiado y en esta época llena de locuras y de rápidos momentos de flash, dignos de Kodak, solo nos queda decidir. ¿Queremos ser felices o decidiremos estar tranquilos?

Por mi parte, estoy en paz. Porque hace mucho tiempo perdi el rumbo que me llevaba a la felicidad. Pero está bien. Soy de la mayoría que está tranquila.

Sería ^^