Hace muchos años, cuando era niña y aún no comprendía sus palabras, mi padre me enseñó que muchas personas llegarán a nuestras vidas, pero muy pocas se quedarán también. Que no debemos encariñarnos, que los amigos son pocos, que cuando se van hemos de dejarlos ir sin rencor y que si la gente quiere hablar, que hablen. Nunca las palabras enrabiadas dirán verdades.
Sé que me equivoco constantemente. Soy humana y está en mi esencia. Pero también aprendo de mis errores y prometí no cometer el mismo que hice con Ella y la Pequeña Ella. Aquí van las palabras a las personas que salieron de mi vida y que sé no volverán.
Musa, dudo que leas esto. No te coloco ese apodo porque inspirases algo, simplemente porque sé que con él sabrás que eres tú. Fuiste importante, jamás lo he negado. No entendí, y no entiendo, que hice para ganarme tu odio pero ya no me preocuparé por ello. Muchas gracias por todas las veces que fuiste refugio, por las veces que me apoyaste, por las que me levantaste y por las que me diste tu amistad. No, no te deseo mal. Me alegro de corazón que seas feliz, pero si decidiste marcharte, fue tu decisión. Ojalá el camino por el que vas te llene de alegría, pero me gustaría que entendieras porqué decidí "borrarte" de mi existencia (y sabes a qué me refiero con "borrarte"). No fue por odio, no fue por bronca, ni siquiera fue porque encontré tonto que metieses a mi pareja en nuestros problemas. No. Fue simplemente porque me cansé de ver que no sacaba nada con tenerte fe si no estabas interesada. Es eso. Fin del tema.
Niña que tiene una nueva estrella en el cielo. Lamento lo que estás pasando, pero no te puedo ayudar. Lo que vives ahora, yo lo viví más crudamente hace muchos años y de mí sólo recibirás una realidad que no es agradable en estos momentos. Sí reconozco mi error de haberme marchado de tu vida cuando más me necesitabas, pero como dije, si lo hice fue porque pensé que no era tan fundamental. Es triste darse cuenta que no me equivocaba. Lo que te dijo mi madre aquella vez, esa tarde tan lejana, es parecido a lo que yo pensaba. Nada tenía que agregar. Y cuando me llamaste, estuve ahí aunque fuese por teléfono. Pero después no lo estuve. Y no fue porque no quise. Fue porque no podía, porque necesitaba enfrentar las cosas que me estaban pasando. Dudo que lo entiendas. Supe que te burlas de la vez que te llamé preocupada por notar cómo te había afectado mi lejanía. Pero no te preocupes, no pasará más. Gracias por esa navidad que me diste, gracias por hacerme sonreír, gracias por la conversación en el metro Santa Ana, aunque no la recuerdes. Pero para ti también van unas palabras algo malas. Me decepcionaste, tal como yo te decepcioné a ti. Nunca pensé que te burlarías de mi intento de recuperarte pero también me dejó una cosa clara. No volverás. Así que te deseo lo mejor y seas feliz en tu vida. Sé fuerte, alguna vez tendrías que serlo.
Trotamundo europea, para ti sólo buenos deseos. Fuiste un gran pilar. Gracias por arrancarme vida donde ya no tenía. Gracias por ayudarme con el bosque quemado, por limpiar las cenizas conmigo. Tal como llegaste, te marchaste, por eso puedo decir que me siento bien. No te negaré que te extraño, lo hago. Pero sé que eres feliz, sé que estás con personas que te hacen bien, que llenan tu vida, entonces recuerdo los buenos momentos y no puedo sino sonreír. Eres una gran alma, y lo sabes. Eres fuerte, eres luchadora. Inteligente y con metas claras. Aunque no compartiremos todas las cosas que dijimos que haríamos, no siento tristeza. Llegaste en el momento justo para levantarme, y eso te lo agradezco de corazón. Escuchaste cuando nadie más lo hacía y estuviste cuando eché a todos de mi vida. Testaruda, porfiada. Marcaste algo y no puedo sino desearte felicidad y que se cumplan tus sueños y metas.
Ángel Guardián de antaño, la verdad nunca supe porqué te fuiste pero ya no estás. A pesar de tu edad, supiste que hacer conmigo. Me viste llorar, eso no era común. Y me acompañaste al lugar donde el Quijote duerme. Gracias, solo gracias. Espero que algún día veas todas las cosas que te rodean y te des cuenta de lo afortunado que eres. Y si ya lo hiciste, me alegro de corazón que pudieses verlo. Nos miraremos mas no nos veremos. Pero, por otro lado, tal vez fue mejor. Tú querías seguir cumpliendo tu papel y yo ya te gritaba que era libre. Jamás habríamos congeniado así. A ti también te deseo lo mejor.
Eso es todo. Creo que las palabras sobran para los demás. Si se fueron, ya les dije lo que tenía que decir. Si no, creo que tuvimos nuestros motivos para no hacerlo. Con esto los guardo en el baúl de los recuerdos, les vuelvo a dar las gracias y cada cuál a sus caminos. Ustedes en el suyo, y yo en el mío, siguiendo el curso de la vida y aprendiendo con cada paso.
"Cuando seas grande, encontrarás a personas importantes. Pensarás que puedes dar tu vida por ellas. No lo hagas. Los soñadores vemos las cosas de otra manera. La gente no la entiende. Y si la entendiese, se marcharían. Tendrás un sólo compañero de vida y todos los demás irán cambiando. Algunos se quedarán. Aunque te marches, estarán ahí cuando vuelvas. A esos agradéceles la espera y bríndales tu cariño. Otros no estarán en tu regreso. No te amargues, no todo el mundo puede esperar. Tendrás que entender que tal como tú tienes libertad de marcharte, ellos también. Y también estarán los que con rabia divulgarán su molestia hacia ti. Tampoco los tomes en cuenta. Solamente recuerda lo bello, guárdatelo e ignora lo demás. Eso, hija mía, son los riesgos de la amistad"
Gracias papá. Cada día que pasa voy comprendiendo tus enseñanzas. Y creo que no estaban muy lejanas de la realidad. A veces me pregunto cuánto tuviste que vivir para aprender aquello.