No me digan a mí...es el insomnio...o las ganas de dormir y no poder xD. Recuerden, el insomnio es un gran ALYsiente xD...aunque a veces, de vez en cuando, es bueno dormir ^^ (o intentarlo)
domingo, 31 de octubre de 2010
Estúpida
Debe ser porque dormí como el demonio, entre un suelo duro, pelear un saco y principio de hipotermia. O puede ser que "aluciné" con una mirada. O el hecho de haber perdido mi chaqueta de cuero. O que al abrir los ojos esta mañana, tuve una visión demasiado agradable para mi gusto actual.
Pudo ser el disfraz de gitana, los cafés de la tarde, leer "Rayuela" o saber que soy "Fonética española".
En algo influye el hecho que no fumaré por noviembre porque una amiga lo hará y yo la apoyaré. Podría ser también que tengo las uñas azules, que me encanta tener mi anillo con mi nombre, o que el ruido de la cañería de mi casa me está exasperando.
Lo que sea. Hoy tuve una revelación.
Soy una estúpida...
Lo soy porque hoy, mientras preparaba el almuerzo de Meshi y yo, me iluminé. Porque confiaste en mí y yo me burlé. Porque no analicé lo que me dijiste, ni el significado de esas palabras en aquel momento. Porque pensé que todo era para siempre. Porque no fui sincera. Porque cerré los ojos cuando había que abrirlos y los abrí cuando debieron permanecer cerrados.
Porque soy una maldita que tiene empatía hasta con una pelusa pero no pude tenerla con la persona que más debía tenerla...¡tú!
Me siento mal. Me siento traidora, me siento malvada, me siento ignorante y siento que cometí el error más grande del mundo.
No sabré si tuve o tengo tiempo de remediarlo. Simplemente, después de descubrir esto, sólo quería decir que me siento estúpida.
Y que cuando abrí los ojos, y vi esa escena, supe que perdí muchas veces mirar lo mismo y sonreír...realmente estúpido...
Los humanos suelen dejar ir aquello que más felicidad les da, en un intento vano de protegerse al daño que podrían recibir. Lo más irónico de todo, es que aquella felicidad jamás ha pensado en dañarlos...u.u
jueves, 28 de octubre de 2010
¿Adiós? (no para siempre, espero)
Dicen por ahí que serás más feliz sin mí. ¿Debería creerlo?
No lo sé.
No lo sé.
Desde que te dejé de hablar, estás algo más callado. Dudo que sea por mí. No sé que pasa por tu mente, ni mucho menos por tu corazón.
Sí, me fijo aún en ti. Pero creo que ya no más. Siendo sincera, sí, te extraño. Y mucho. Pero creo que podré vivir con esta nostalgia de las lindas, de las que te llenan en los momentos de soledad.
Hoy me estiré y me crujió la espalda. Y te recordé. Es irónico que te recuerde con cosas tan sencillas, tan simples. Como caminar en silencio, con risas estridentes o con una discusión que hace temblar mi ser entero.
Me acuerdo cuando me sonrojaba si me mirabas. Que me comportaba como una quinceañera. Que era una niña tratando de hacer algo que no comprendía qué era.
A veces las cosas son más simples de lo que se ve. Aunque duela, tengo que entender que si estás mejor sin mis complicaciones, sin mis rabietas, sin mis bromas, es mejor que no vuelva, ¿no crees?
Claro que me encantaría sentarme a hablarte, sin fruncir el ceño. A esas conversaciones que terminaban en discusiones, en enfrentamientos casi inútiles. Y luego dejarte ganar, porque me agoté. O seguir peleando, porque sé que tengo la razón.
Cada cual sigue su camino. Si nos volvemos a topar, bienvenido seas. Si no nos volvemos a topar, ten presente que fuiste importante y que tu recuerdo no dejará de serlo.
Hoy es el día que te dejo ir. Con algo de dolor y molestia. Pero debo hacerlo, porque de esa manera se hace la vida más sencilla, y si vuelves, no habrá algo malo. No quiero sentir que arruinaré todo si me acerco. No quiero pensar que el tiempo agotará tantos las cosas que ya ni siquiera te querré recordar.
Dicen por ahí que eres más feliz sin mí. Espero, de corazón, que así sea.
Que todo esté bien en tu vida. Si algún día quieres volver, ven. No te recriminaré, no me burlaré, no te molestaré, nada. Simplemente te abrazaré y diré dos palabras.
Te extrañé...
miércoles, 27 de octubre de 2010
Narciso(s)
La Personalidad Narcisística se caracteriza por un patrón grandioso de vida. Éste se expresa en fantasías o modos de conducta que incapacitan al individuo para ver al otro, el mundo se guía y debe obedecer a sus propios puntos de vista, los cuales considera irrebatibles, infalibles, auto-generados. Las cosas más obvias y corrientes, si se le ocurren a él o ella, deben ser vistas con admiración y se emborracha en la expresión de las mismas. Hay en el Narcisista una inagotable sed de admiración y adulación, esta última lo incapacita para poder reflexionar e incluso pensar. Vive más preocupado por su actuación, en cuanto a la teatralidad y reconocimiento de sus acciones, que en la eficacia y utilidad de las mismas. Su visión es el patrón al cual el mundo debe someterse. Es el Narciso una personalidad que, aún cuando pueda poseer una aguda inteligencia, esta se haya obnubilada por la visión grandiosa de sí mismo y por su hambre de reconocimiento. Vemos así como muchas personas que, pudiendo ser exitosas, productivas y creativas, someten su vida a adulantes mediocridades. Ellas, drogadas por su discurso auto-dirigido, no son capaces de reflexionar y escuchar lo que el mundo objetal les grita.
En la otra cara de la moneda, la Personalidad Narcisística es, en sí misma, una forma de sobrevivencia. Hemos visto en el mito como Narciso es el producto de una acción terrible. La Personalidad Narcisística nace de una violencia, de un terrible trauma, de una herida inferida al individuo en sus primeras etapas del desarrollo o antes, cuando la herida es la madre y ella trasmite al hijo su resentimiento, su dolor, su rabia y su temor. Se refugia, el traumatizado, en su propia imagen de grandiosidad, ello le permite elevar su maltrecha auto-estima y sentirse un poco mejor consigo mismo. Su hambre insaciable de reconocimiento se asila en la admiración y la adulancia de quienes lo circundan. Se han visto a hombres y mujeres brillantes caer en las más abyectas miserias, en alcohol o en drogas, para sostener su Ego herido.
Cuando el Narciso ejerce posiciones de poder, se rodea de personas, que por su propia condición, son inferiores a él o ella, y de otros, que le harán la corte solo en función de un interés mezquino.
En la otra cara de la moneda, la Personalidad Narcisística es, en sí misma, una forma de sobrevivencia. Hemos visto en el mito como Narciso es el producto de una acción terrible. La Personalidad Narcisística nace de una violencia, de un terrible trauma, de una herida inferida al individuo en sus primeras etapas del desarrollo o antes, cuando la herida es la madre y ella trasmite al hijo su resentimiento, su dolor, su rabia y su temor. Se refugia, el traumatizado, en su propia imagen de grandiosidad, ello le permite elevar su maltrecha auto-estima y sentirse un poco mejor consigo mismo. Su hambre insaciable de reconocimiento se asila en la admiración y la adulancia de quienes lo circundan. Se han visto a hombres y mujeres brillantes caer en las más abyectas miserias, en alcohol o en drogas, para sostener su Ego herido.
Cuando el Narciso ejerce posiciones de poder, se rodea de personas, que por su propia condición, son inferiores a él o ella, y de otros, que le harán la corte solo en función de un interés mezquino.
Es muy difícil que dos narcisistas tengan alguna relación, ya sea laboral, amistosa o de pareja. Se genera una relación de enfrentamiento constante, de competencia y tendencia a la destrucción del otro. Se puede lograr algo si uno de los dos narcisistas cede, pero la constante burla del que no cedió terminará aburriendo al que cedió.
A veces, el karma es el karma. El narcisista tiene que darse cuenta que tiene un problema. Jamás se cura, pero si se puede manejar su incapacidad de amar. Yo aprendí a amar de nuevo...no todos los narcisistas lo hacen...
domingo, 24 de octubre de 2010
Sonrisas gratis
Tuve un sueño. Fue extraño. Y, sobretodo, revelador. En fin. Era raro, porque desperté con esa sensación de que todo fue tan real...me dio un poco de miedo.
No sé si debo esperar. Si se cumple o no. Me aterra. Prefiero que nunca pase nada. Es muy doloroso, demasiado.
Pero algo me quiso decir mi cabeza con ese sueño. Entonce debo interpretarlo, pero no depende solo de mí. Aunque me dio una visión. Y ese shock inicial llevo a la conclusión de los extremos. Y saber que ese extremo es la única solución posible, porque de seguir el curso normal, todo sigue igual.
Es como la terapia de shock.
O como entender que, cuando pasa algo, por algo pasó, y podemos abrir los ojos.
Claro ejemplo. No aprecié mi vida, hasta que estuve a punto de perderla. No aprecié a mis amigos, hasta que los abandoné. No entendí lo cruel que podía ser, hasta que dañé a quien amaba. No analicé lo importante que era mi familia hasta que me alejé de ellos hasta casi que me desconocieran. No menosprecié mis problemas, hasta que vi los de otros, más terribles. No fui mi cable a tierra, hasta que perdí mi "cable a tierra".
Cuando logramos entender las cosas, es cuando nos llevan al límite. Eso me dejó el sueño. Pero de nada sirve apretar, instar, si no se está preparado.
Y la pregunta clave es...¿estoy preparada para bajar la cabeza y pedir disculpas?
Sé la respuesta. No. Y no porque no lo sienta. De verdad lamento todo lo que ocurrió. Es simplemente que no lo haré para que se rían, me ignoren o algo. Si sé, eso es orgullo. Pero también entiendan. ¿Acaso ustedes podrían hablar con el corazón en la mano con alguien, sabiendo que apenas terminen, esa persona tomará su corazón, lo lanzará contra el suelo y se reirá de su debilidad?
Yo no podría. Si es cobardía, okey, soy cobarde. No me caracterizo por ser valiente. Fuerte sí, pero no valiente. Ya me han dañado lo suficiente para ir y permitir que me dañen más, ahora que estoy feliz.
Debería resignarme. Debería aceptar que solo yo, y nadie más que yo, vive en estos cuestionamientos. Debería entender que él siguió su vida, sin importar nada. Pero no puedo evitarlo. Como dije la entrada anterior, sé que "ese" cariño es sincero. Y me apena tener que guardarlo, como un bonito recuerdo.
En fin, a seguir adelante no más. Me agrada haber recuperado mi blog como forma de catarsis. Esto es lo que siento, y si usted lee esto, sepa que no me avergüenza ni nada por el estilo. Me gusta sentirlo, aunque no sea bonito. Simplemente así me declaro humana y, raro, no puedo hundirme en la tristeza porque hay demasiada gente hermosa conmigo.
Los tiempos de soledad y odio acabaron. Fue un precio muy alto, pero ha resignarse. Mas que mal, soy una persona que comete errores.
¿Sonrisa? Sí. Sonriendo por la vida. Estoy tranquila al fin y al cabo. Tengo gente que me quiere y que yo adoro. Rcupero lentamente esa vida que alejé. Y en una de esas, te enteres que de todas las sonrisas del día, una va volando hacia ti. Ni la espantes, simplemente déjala revolotear, que como las mariposas, no dura para siempre y ya dejará de molestar.
Para los demás, sonrisas gratis. Guárdenlas, pretendo llenarles los bolsillos, la mochila, el bolso, la cara, la vida entera de sonrisas. Porque ustedes son la vida misma, ésa que en una locura, escogí, escogieron, escogimos.
Los amo! =D
Extrañando
Hoy hablaba con Xeba de cómo mi vida ha tomado un rumbo diferente. De cómo, en cierta medida, todo lo acontecido me hizo cambiar un poco. Y la manera en que soy mi propio "cable a tierra", por decirlo de algún modo.
Estoy feliz, no lo niego. Es de esas sonrisas locas, que me acompañan misteriosamente cuando camino por la calle. Esas sonrisas que logran que Theo alce una ceja. De esas sonrisas contagiosas. De las que logran que personas, como la Dana, me digan "te extrañé. Tú me haces reír" o "me alegras el día". De esa alegría que se siente cuando camino. Y que, cuando me achaco o me pongo bipolar para mis cosas, me hacen pensar con frialdad y racionalizar dichos ataques, culpando a la luna o a las mil variantes.
No tengo todo lo que quiero, lo sé. Pero lo que tengo me basta. No por ser conformista, sino por aceptar que, pese a todo, me he ganado cada cosa buena que me pasa. Y las malas, de una u otra forma, me hacen crecer.
Me equivoco, lo sé, y mucho. Pero soy humano, no me pueden pedir que sea perfecta. Va en mi naturaleza ser incongruente, pero trato de hacer menos notorio aquel defecto.
Hoy tuve un día perfecto. Me reí, canté, bailé salsa, me caí, descubrí un camino, vi un molino, me aplasté en un resbalín y me columpié. Pasé momentos increíbles con personas increíbles. Conocí a alguien que me agradó mucho y volví a mi querida comunidad. En resumidas cuentas, fue un día único.
Pero...
Siempre existe el "pero". Este "pero" me complicó un poco. Y todo por Xeba. Es difícil de explicar, aun así, lo intentaré.
Cuando una persona se va de mi vida (independiente de las circunstancias en que lo haga), nunca lo extraño. Es que ¿para qué? Soy de las que piensan que por algo pasaron las cosas. Guardo los momentos bonitos, trato de eliminar los feos, y continúo mi vida, deseándole lo mejor a aquel ausente. Pero hoy, por hablar con Xeba, me di cuenta que extraño a alguien.
Es raro. Es raro extrañar a quien ya no está. Es más fácil sentir nostalgia por las personas que siguen en tu vida, pero por "X" motivo, no están fisicamente. Pero a alguien que sabes que está, y a la vez no está, es hasta doloroso extrañar.
Primera vez que me pasa algo así. No sé porqué, de todas las personas que se han marchado, precisamente ésa es la que extraño. La mente es un complejo centro de operaciones, que no logro asimilar.
No me da miedo decir que extraño un abrazo, una palabra, una mirada, un tiempo dedicado. Los momentos vividos, las risas, los silencios. La espera, las discusiones, las lejanías, y hasta mis propias complicaciones infundadas.
Estoy en paz. Con todas las personas que tenía problemas, lo solucioné. Con algunas simplemente fue eso. Pedir disculpas y ya. Con otras, volver a disfrutar de sus risas, los bochornos, las conversaciones, todo. Pero, a pesar de estar tan en paz, no puedo evitar sentir nostalgia. Y, aunque es molesto, sé que tengo que aprender a vivir con ello.
Si algún día lees esto (cosa que dudo) has de saber que eres tú. Sí, sé que tu "sexto sentido" te dirá que estas líneas son, en cierta forma, dedicadas a ti. Pero debes relajarte. Simplemente quería expresar que extraño tu amistad.
La vida me enseñó que las personas, si han de volver, volverán. Pero si no vuelves, quiero que sepas que ese cariño sincero, no el otro, "ése", era (es) real.
Simplemente quería decirlo.
A los otros, gracias por todo lo que compartimos, estamos compartiendo y lo que compartiremos.
Los adoro!!
lunes, 18 de octubre de 2010
"¿Vamos en un libre?"
Siempre que hacía mucho frío le pedía eso a mi madre, cuando era pequeña. Los libres eran los taxis. Imaginarán porqué les decía así. Pero nunca tomábamos un taxi. Eran colectivos. Pero para mí todos eran "libres".
"La Cueva del Pirata" eran los estacionamientos de los furgones escolares frente al colegio que hay en la esquina de mi casa. Cada tarde, cuando ya oscurecía, teníamos que pasar por ahí después de bajarnos de la micro. Y nos encontrábamos mil tesoros. Desde lápices hasta juguetes. Y era el lugar especial con mi mamá.
A mi madre le divertía decir "albóndiga" cuando yo era niña, puesto que yo respondía "albón". Al principio le preocupó. Mas que mal, parecía una falencia de aprendizaje. Luego de ir al médico, le dijeron que los niños que tenían mucha imaginación respondían de esa manera, pues eran literales, y a la vez abstractos.
Solía decirlo para reírse. Y a mí me encantaba, porque hasta el día de hoy me fascina la risa de mi madre. Por eso tanto mi hermano como yo tenemos eso de la "talla" (o broma) a flor de labios. A los dos nos gusta mucho la risa de mamá.
Mi mamá baila divertido. Es un verdadero espectáculo verla bailar. Y ni se imaginan cuando canta. Se le olvida parte de la letra de la canción y la tararea con ritmo, y luego dice la última palabra de la frase. Todo un show.
Mis memorias de infancia también tienen a mis padres bailando tango. Mi madre puede bailar divertido hasta hoy, pero el tango era otra cosa. Bailaban hermoso. Era perderse en sus giros, en sus movimientos, en las sonrisas cómplices que se daban.
Desde niña he sido muy curiosa. Por lo tanto, si algo me llamaba la atención, iba a verlo de inmediato. Esto provocó que más de una vez me perdiera. Y no era muy sensata cuando niña. Una vez me perdí en la playa. Y en lugar de quedarme ahí para que mis papás me encontraran, me metí a un bosque, llorando. Onda, si estaba perdida, me "autoperdía" pero con cuática xDD.
Mi mamá me enseñó que si algún día me perdía, tenía que volver al último lugar donde la había visto y ella volvería y me encontraría. Eso me quedó tan grabado, que hasta el día de hoy lo hago. Por eso es fácil encontrarme cuando me pierdo. Aunque también me quedó eso de "autoperderme", pero ahora con conciencia.
Mi mamá se burló mucho de mi miedo una vez que nos íbamos a juntar y ella no llegó. La llamaba y nada. Me puse nerviosa y terminé conversando con un guardia del Hites. Mi madre llegó tarde porque tuvo que ir a comprar. Jamás pensó que yo me iba a asustar de su demora, pero me asusté. Desde ese día, hablé con don Claudio, hasta que se jubiló. Aún me comunico con él de vez en cuando. Siempre dice que es divertido pensar que yo era la niñita que trataba de no mencionar a su madre, de puros nervios. Esa vez me dijo "tu mamá no te va a dejar. Apuesto que se demoró y por eso no ha llegado" y lo que le respondí lo dejó pensando. Mi madre después le explicó. Le dije "mi papá tampoco me iba a dejar y vienen, y se lo llevaron. No quiero que se lleven a mi mamá".
Aquel miedo de perder a mi mamá se me quitó cuando entré a la universidad...y hasta por ahí no más...
Ayer mi mamá me fue a buscar. Estaba preocupada porque andaban asaltando y yo llegué tarde. Cuando me mostró su arma de defensa, no pude evitar soltar una carcajada. Era una de las espadas cortas ninjas del Ferrán, mi sobrino. Esas de plástico. Mi mamá empezó a demostrarme como la usaría y, créanme, el aire huyó despavorido ante los movimientos ninjas de mi madre y mis carcajadas.
Mi madre es una niña. Aunque sea casi un sargento con la gente que recién conoce, conmigo es una niña. La adoro. Es esa mujer que me sigue enseñando esas lecciones de vida, pero que ahora se ríe más, se enoja menos y soporta sin chistar los mil abrazos que siempre tengo para ella.
Mami...¿tomemos un "libre"?
¿Qué son los "libre", Alouette?
¡Eso! (la niña señala un taxi)
Esos se llaman taxis, Alouette...
Ah...
(Pasaron unos minutos de silencio mientras la neblina de madrugada se colocaba aún más densa)
Mami...
¿Qué pasa, Alouette?
¿Tomemos un "libre"?
La mujer mira a la pequeña niña y sonríe. Siente el helado viento que corre y lo acepta. El microbús definitivamente no quiere pasar. Hace parar un colectivo y la niña sonríe feliz. Solo queda para un pasajero en la parte de atrás, pero a la niña no le importa. La mujer se sube, sienta en sus piernas a la pequeña y cierra la puerta. Le paga al conductor y la niña se acurruca en sus brazos.
¿Ves mami? Es más calentito ir en "libre"...
Sí, Alouette...los "libre" son más cómodos.
La niña se duerme en brazos de la mujer y los otros pasajeros junto al conductor sonríen al pensar en la ocurrencia de esa pequeña, luego que su madre le explique a la señora de su lado qué son los "libre".
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