miércoles, 27 de octubre de 2010

Narciso(s)


La Personalidad Narcisística se caracteriza por un patrón grandioso de vida. Éste se expresa en fantasías o modos de conducta que incapacitan al individuo para ver al otro, el mundo se guía y debe obedecer a sus propios puntos de vista, los cuales considera irrebatibles, infalibles, auto-generados. Las cosas más obvias y corrientes, si se le ocurren a él o ella, deben ser vistas con admiración y se emborracha en la expresión de las mismas. Hay en el Narcisista una inagotable sed de admiración y adulación, esta última lo incapacita para poder reflexionar e incluso pensar. Vive más preocupado por su actuación, en cuanto a la teatralidad y reconocimiento de sus acciones, que en la eficacia y utilidad de las mismas. Su visión es el patrón al cual el mundo debe someterse. Es el Narciso una personalidad que, aún cuando pueda poseer una aguda inteligencia, esta se haya obnubilada por la visión grandiosa de sí mismo y por su hambre de reconocimiento. Vemos así como muchas personas que, pudiendo ser exitosas, productivas y creativas, someten su vida a adulantes mediocridades. Ellas, drogadas por su discurso auto-dirigido, no son capaces de reflexionar y escuchar lo que el mundo objetal les grita.

En la otra cara de la moneda, la Personalidad Narcisística es, en sí misma, una forma de sobrevivencia. Hemos visto en el mito como Narciso es el producto de una acción terrible. La Personalidad Narcisística nace de una violencia, de un terrible trauma, de una herida inferida al individuo en sus primeras etapas del desarrollo o antes, cuando la herida es la madre y ella trasmite al hijo su resentimiento, su dolor, su rabia y su temor. Se refugia, el traumatizado, en su propia imagen de grandiosidad, ello le permite elevar su maltrecha auto-estima y sentirse un poco mejor consigo mismo. Su hambre insaciable de reconocimiento se asila en la admiración y la adulancia de quienes lo circundan. Se han visto a hombres y mujeres brillantes caer en las más abyectas miserias, en alcohol o en drogas, para sostener su Ego herido.

Cuando el Narciso ejerce posiciones de poder, se rodea de personas, que por su propia condición, son inferiores a él o ella, y de otros, que le harán la corte solo en función de un interés mezquino.



Es muy difícil que dos narcisistas tengan alguna relación, ya sea laboral, amistosa o de pareja. Se genera una relación de enfrentamiento constante, de competencia y tendencia a la destrucción del otro. Se puede lograr algo si uno de los dos narcisistas cede, pero la constante burla del que no cedió terminará aburriendo al que cedió.




A veces, el karma es el karma. El narcisista tiene que darse cuenta que tiene un problema. Jamás se cura, pero si se puede manejar su incapacidad de amar. Yo aprendí a amar de nuevo...no todos los narcisistas lo hacen...



1 comentario:

Vavee Troncoso dijo...

Sigue así (: Narcisista o no, te quiero igual