lunes, 18 de octubre de 2010

"¿Vamos en un libre?"



Siempre que hacía mucho frío le pedía eso a mi madre, cuando era pequeña. Los libres eran los taxis. Imaginarán porqué les decía así. Pero nunca tomábamos un taxi. Eran colectivos. Pero para mí todos eran "libres".

Soportaba viajar en la micro aquellas madrugadas por dos grandes motivos. Uno, porque tenía que ir al colegio y no me quedaba de otra. Pero la más importante era que mi madre me prometía que en la noche pasaríamos por "La Cueva del Pirata".

"La Cueva del Pirata" eran los estacionamientos de los furgones escolares frente al colegio que hay en la esquina de mi casa. Cada tarde, cuando ya oscurecía, teníamos que pasar por ahí después de bajarnos de la micro. Y nos encontrábamos mil tesoros. Desde lápices hasta juguetes. Y era el lugar especial con mi mamá.

A mi madre le divertía decir "albóndiga" cuando yo era niña, puesto que yo respondía "albón". Al principio le preocupó. Mas que mal, parecía una falencia de aprendizaje. Luego de ir al médico, le dijeron que los niños que tenían mucha imaginación respondían de esa manera, pues eran literales, y a la vez abstractos.

Solía decirlo para reírse. Y a mí me encantaba, porque hasta el día de hoy me fascina la risa de mi madre. Por eso tanto mi hermano como yo tenemos eso de la "talla" (o broma) a flor de labios. A los dos nos gusta mucho la risa de mamá.

Mi mamá baila divertido. Es un verdadero espectáculo verla bailar. Y ni se imaginan cuando canta. Se le olvida parte de la letra de la canción y la tararea con ritmo, y luego dice la última palabra de la frase. Todo un show.

Mis memorias de infancia también tienen a mis padres bailando tango. Mi madre puede bailar divertido hasta hoy, pero el tango era otra cosa. Bailaban hermoso. Era perderse en sus giros, en sus movimientos, en las sonrisas cómplices que se daban.

Desde niña he sido muy curiosa. Por lo tanto, si algo me llamaba la atención, iba a verlo de inmediato. Esto provocó que más de una vez me perdiera. Y no era muy sensata cuando niña. Una vez me perdí en la playa. Y en lugar de quedarme ahí para que mis papás me encontraran, me metí a un bosque, llorando. Onda, si estaba perdida, me "autoperdía" pero con cuática xDD.

Mi mamá me enseñó que si algún día me perdía, tenía que volver al último lugar donde la había visto y ella volvería y me encontraría. Eso me quedó tan grabado, que hasta el día de hoy lo hago. Por eso es fácil encontrarme cuando me pierdo. Aunque también me quedó eso de "autoperderme", pero ahora con conciencia.

Mi mamá se burló mucho de mi miedo una vez que nos íbamos a juntar y ella no llegó. La llamaba y nada. Me puse nerviosa y terminé conversando con un guardia del Hites. Mi madre llegó tarde porque tuvo que ir a comprar. Jamás pensó que yo me iba a asustar de su demora, pero me asusté. Desde ese día, hablé con don Claudio, hasta que se jubiló. Aún me comunico con él de vez en cuando. Siempre dice que es divertido pensar que yo era la niñita que trataba de no mencionar a su madre, de puros nervios. Esa vez me dijo "tu mamá no te va a dejar. Apuesto que se demoró y por eso no ha llegado" y lo que le respondí lo dejó pensando. Mi madre después le explicó. Le dije "mi papá tampoco me iba a dejar y vienen, y se lo llevaron. No quiero que se lleven a mi mamá".

Aquel miedo de perder a mi mamá se me quitó cuando entré a la universidad...y hasta por ahí no más...

Ayer mi mamá me fue a buscar. Estaba preocupada porque andaban asaltando y yo llegué tarde. Cuando me mostró su arma de defensa, no pude evitar soltar una carcajada. Era una de las espadas cortas ninjas del Ferrán, mi sobrino. Esas de plástico. Mi mamá empezó a demostrarme como la usaría y, créanme, el aire huyó despavorido ante los movimientos ninjas de mi madre y mis carcajadas.

Mi madre es una niña. Aunque sea casi un sargento con la gente que recién conoce, conmigo es una niña. La adoro. Es esa mujer que me sigue enseñando esas lecciones de vida, pero que ahora se ríe más, se enoja menos y soporta sin chistar los mil abrazos que siempre tengo para ella.


Mami...¿tomemos un "libre"?

¿Qué son los "libre", Alouette?

¡Eso! (la niña señala un taxi)

Esos se llaman taxis, Alouette...

Ah...


(Pasaron unos minutos de silencio mientras la neblina de madrugada se colocaba aún más densa)


Mami...

¿Qué pasa, Alouette?

¿Tomemos un "libre"?


La mujer mira a la pequeña niña y sonríe. Siente el helado viento que corre y lo acepta. El microbús definitivamente no quiere pasar. Hace parar un colectivo y la niña sonríe feliz. Solo queda para un pasajero en la parte de atrás, pero a la niña no le importa. La mujer se sube, sienta en sus piernas a la pequeña y cierra la puerta. Le paga al conductor y la niña se acurruca en sus brazos.


¿Ves mami? Es más calentito ir en "libre"...

Sí, Alouette...los "libre" son más cómodos.


La niña se duerme en brazos de la mujer y los otros pasajeros junto al conductor sonríen al pensar en la ocurrencia de esa pequeña, luego que su madre le explique a la señora de su lado qué son los "libre".

1 comentario:

Vavee Troncoso dijo...

Yo también decía "albón" :D
Gracias por el comentario en mi blog. Saber que tengo un "almita" y un "espíritu" conmigo [de nuevo? (:] me alegra de sobremanera.

Yo también te quiero.