Pasé una excelente celebración ayer. Lo mejor fue terminar durmiendo en el suelo (problema de la gente alta que no puede estar en lugares para pequeños) y que cuando me quisieron despertar, hasta de puntapiés nos dieron a Vikingo y a mí. Y nada xDD Y luego el par reclamando que no nos avisaron que desocuparon la cama xDD.
Luego de papas fritas, espadonjas, papas con mayo directo en la boca (xDDD), karaoke, tomanyi, nunca-nunca y conversaciones re heavys en una cocina atemporal y sentada en el suelo mientras me hacían cariño en el pelo, tuve tiempo de reflexionar sobre todo lo sucedido en la media hora que me quedé sola en la micro de vuelta a casa.
Las personas tienden a hacer cosas del corazón. Tienden a escuchar a ese gigante que les bombea sangre y a veces, se equivocan. Pero no por eso se ha de permitir que el recuerdo les ensucie el presente, y los prive de lo maravilloso que les da la vida.
No niego que dolió. Dolió que me viera desplazada de mi familia, como también dolió perder amigos. Dolió darme cuenta que había gente que jamás apreció cada cosa que hice por ellos, y también dolió que me rompieran el corazón. Pero si fuese por protegerme del daño no estaría con mi familia, ni tendría amigos ni tampoco permitiría que mi corazón volviera a remecerse.
No negaré que en este tiempo han llegado personas a mi vida que se han vuelto muy importantes, de la nada. Y tampoco negaré que aprendí a amar, sí, leyó bien, a amar a aquellos que contra viento y marea se han quedado conmigo. Pero, por respeto a todo aquello que hemos pasado, confío (sí, volvió a leer bien), confío que no harán nada malo, pues no tienen necesidad de hacerlo.
Las historias pueden ser cíclicas con algunas personas. Tal vez. Como también es aterrador sentir eso que no sentía desde los 18 años. Pero las personas no son iguales. Y si hace cuatro años sufrí tanto por aquello, no significa, necesariamente, que lo volveré a sufrir.
Nikolais llenó mi vida de alegría, de magia. Me enseñó cómo soy y lo cruel y malvada que puedo llegar a ser. Pero también me enseñó a amar. Y sobretodo, a amarme. Aunque la primera fue una lección que olvidé muy pronto, no quiere decir que no quiera aprenderla más.
Me siento emocionada, como hace cuatro años. La diferencia está en que, esta vez, sé que puede terminar mal. Pero no me envenenaré pensando en ello.
No es necesario creer que la historia acabe igual. Simplemente porque Nikolais es pasado, nada más. Y ahora tú eres el presente. Extraño, confuso, amable, alejado, querible, risueño, inconcluso, incongruente, temeroso, pero presente al fin y al cabo. Y eso es lo que quiero vivir ahora.
1 comentario:
Tuviste salida! y no invitaste ¬¬ no qe feo ¬¬*
x'D jajaja naa que bueno que lo pasaste bien :) y siempre es bueno charlar con una misma y meditar ciertas cosas :)
Me alegro de que estes bien ^^
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