domingo, 10 de mayo de 2009

Mandada a la Mierda IV (Especial)

Bien...y ésta es la última mandada a la mierda. Es especial por su gran significado y por el hecho que me demoré más de 10 años en realizarla. Y será extraña, pero creo que es necesaria para las nuevas sendas que emprendo.

Mando a la mierda a mi dolor, a mi no aceptación de lo de mi padre. No es mandar a la mierda a mi padre, jamás haría eso. Es dejar de sufrir su partida. Sí, dolió. Sí, aún duele. Pero como expliqué una vez, la gente suele irse antes para prepararnos el camino. Hay que aceptarlo. Este mundo era demasiado caótico para un bohemio como mi padre. La realidad misma no entendía ni siquiera su manera de amar. Mejor que se hubiese ido y dejar atrás tanto sufrimiento y tanto dolor. Que él fue quien programó hasta su propia muerte.

Sé que me amaba. Y que me ama. Lo puedo ver, sentir, oler, escuchar (sí, llámenme loca, que orgullosa lo soy). Solo que ahora no lo puedo tocar. Pero a cambio tengo besos y caricias de otras personas. Tengo amor y palabras de otros. Tengo abrazos (sí!!! esos malditos abrazos que me hacen vomitar pero que tanto deseo desde el profundo de mi ser!!) de seres que ha sido Él mismo quien me ha llevado a ellos.

Lo recordaré siempre. Me llenaré la boca de sus frases, sus palabras, sus enseñanzas. Miraré el mundo con los ojos que él mismo me regaló. Saborearé mi nombre como un "te amo" que me dejó infinitamente. Pero no quiero llorarle más. O por lo menos, no tanto. No dejaré que su ausencia me hunda en el dolor. No quiero vovlerme un fantasma en vida por no tenerlo. Lo tengo. Siempre está ahí ene se medio corazón que no late que se esconde en mi pecho y que espera impaciente volver a latir con fuerza, porque sabe que lo hará.

Mando a la mierda a mi incapacidad de amar junto con esto. Porque sé que amaré. Tal vez no tanto como lo amé a él. Tal vez ni siquiera se comparará. Pero eso es lo hermoso de este amor y de ese que vendrá. Que son distintos, pero iguales. Que son los dos lados de una moneda. Que son el espejo por ambos lados. Y que los dos me harán (o hacen) feliz.

Porque solo quiero eso. Ser feliz de una puta vez. Porque ahora, si no lo soy, es porque YO NO QUIERO, no porque la Vida no me ha dado razones. Dejarlo marcharse, dejar que vaya a volar con las aves, con sus alondras...dejarlo que sea feliz él también. Que ahora tengo claro. El día que yo vaya (que ahora, ¡por favor! sea en muchsisisisisisisisimos años más), estará él esperando. Y veré su sonrisa, y esuchcaré sus palabras. Y secará las lágrimas de emoción que me saldrán. Y me abrazaá y besará por todos estos años que no ha podido hacerlo.

Dolor de ausencia, vete a la mierda. Que él jamás se fue. Simplemente fue a arreglar su hogar en el otro lado para cuando me venga a buscar y ser feliz de una puta vez los tres (con madre santa incluida ^^)

Sería ^^

2 comentarios:

Vavee Troncoso dijo...

Siempre te he dicho, amiga.
"Algunos decían que era imposible. Hoy diles tú, que lo imposible solo demora un poco más".
No te imaginas cómo ni cuánto te quiero. Gracias por aparecerte para mi :) y por dejarme estar para ti.
Hoy te toca ser feliz. Aprovéchalo y disfrútalo, que la vida es corta y el tiempo no nos espera..
Un abrazototee :D El viernes te lo doy :D

Rodrigo.- dijo...

y... seria =)