Envidia. Así de claro. Eso siento al ver que todos se realizan, al ver que todos son felices, comienzan a ser felices, tienen la capacidad para volver a sonreír. A todos los espera alguien especial en esas lejanas tierras. A mí no. Y por eso los envidio. Porque, a pesar de todo, no consigo ser feliz. Porque, a pesar de todo, continúo con mi maldita pesadilla eterna, fingiendo que la he superado, para que no se vuelva un problema, pero está siempre presente. Y me siento tan débil, tan despreciable, tan bastarda por no poder derrotar ese maldito karma, que me consume lentamente.
Me aferro a ese grano de felicidad, a ese grano de arena, con una felicidad efímera, con una utopía que me entra en los ojos y me llena de algo que no sé muy bien qué es, pero que mantiene al monstruo en silencio, manso, tranquilo. Tarde o temprano la lógica se apodera y me lleva de nuevo a la cueva, donde la bestia, donde están escritos estos 1325 días de absoluta duda donde no sé porqué sigo acá, porqué sobreviví, porque aquel día el mundo siguió girando conmigo, aunque debería haber sido sin mí.
Aquel año nuevo, mi madre fue la primera en abrazarme. Y me susurró "por fin se acabó...que este año te traiga esa paz que tanto necesitas, para siempre, hija mía"...palabras dulces que no volví a escuchar de ella...y tampoco tuve la paz...peor aún, comenzó el verdadero infierno...
Nadie comprende que después de eso, cada vez que tus ojos se vuelven grises, empiezan charlas interminables de lo hermoso que es la vida. De lo afortunada que soy al sobrevivir...empieza la prohibición de estar triste. Y eso se junta, se acumula, explotará en cualquier instante.
Y explotó ayer...
Me sentí vacía. Y débil. El monstruo, aquella infernal bestia, despertó con ira, con furia. Antes le gustaba calmarse con la nicotina que me mataba. Ahora ni eso le daré. Aunque me muera de ganas de hacerlo. Y la bestia carcome mi vientre, degolla mi garganta, se posesiona de mi mente y devora mi corazón...y yo sólo quiero que esta eterna pesadilla acabe...que este infierno deje de hacerme expiar mis culpas...
Sólo quería llorar...
No lloro...rara vez lo hago. No lloro con pena, con dolor. No me anestesio con sufrimiento. No porque sea fuerte y aguante. No, eso es una vil mentira. Es simplemente porque una vez que has alzado tu mano contra ti mismo, todos creen que puedes volver a hacerlo. Y por eso, está prohibido estar triste, está prohibido llorar, está prohibido no quererse ni aceptarse...
El peor castigo para un suicida, es sobrevivir para recibir el infierno en que se vuelve su mundo después de la nueva vida...
Tengo prohibido muchas cosas desde aquel día en que decidí que no quería seguir. Sobreviví, lo acepté, viví, y juré no volver a hacerlo. He cumplido, aunque las ganas muchas veces están. Pero el juramento de la garrita es irrompible. Y sólo por eso, aquí estoy.
Pero la sensación de no quererme, de no pertenecer a ningún lugar y que soy el mal tercio en todos lados o grupos, continúa...ayer comprendiste porqué me acerqué a ti. En eso, somos iguales...
Nadie me espera, nadie me tiene, nadie siente que soy parte fundamental de mi vida...y es triste, porque ellos si lo son...porque él sí lo es...y es egoísta sentir eso. Y es malo sentir envidia por su felicidad. Y es aún peor saberse mala persona, porque es demasiado castigo durante tantos años...
Hace 12 años, en un día como hoy, esperaba impaciente mi cumpleaños...hasta que me llamaste en la tarde para despedirte...te fuiste para siempre 5 días después...
Me prometiste un Alma, un Ángel, un Reposo, una Hermana y un Amor. Has cumplido todo, excepto lo último. Yo he cumplido mi parte...fue tu última palabra...
Sería...
2 comentarios:
En mi vida fuiste fundamental..
En mi vida ERES fundamental
y yo te espero siempre !
22 dias de espera >.<
Te Adoroooo <3
metelo bien en tu cabeza y que no se te olvide!!
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