¿Y si sucede aquello?

No he de negar que tengo miedo. Que me aterra saber que nada será como antes, que ni siquiera seré como antes. Que abandonaré lo que era, quien era, mis raíces y mi gente, y marcharé.

Hasta ayer, no tomé el peso de la situacion. Ayer, que recibí ese mensaje, que cambió mi mundo. No fue la mejor noticia del mundo, aunque muchos crean que sí.

Saber que ahora comencé el camino que me puede llevar a mi propio abandono, me aterra. ¿Quién soy sin mis letras, sin mis libros, sin mi mundo de locuras y dispersiones? Me conocieron así, todos con los que comparto ahora. Y perder aquello es perderme a mí misma.

No negaré que dejaré las fuerzas que no tengo para no abandonar esto. Que todo será muy difícil, y que cada noche cerraré los ojos, pensando que al otro día me pueden dar esa respuesta, que significaría mi perdición o mi salvación.

Es como si a un ave le quitaran su trino matutino...

No quiero. No quiero empezar de cero. No quiero tomar mis cosas y marchar. Tengo miedo de equivocarme tanto, que ya no podré recuperar este sueño que me ha movido por los últimos seis años de mi vida.

Pero si ha de ser así, respirar y frente en alto. Abandonaría un mundo hermoso, junto a gente preciosa, y que extrañaré hasta que mi corazón se desgarre de pena. Pero no me marcho sola. Me llevo a alguien que será un apoyo fundamental en todo ese proceso. Y siempre tendré la fe de regresar...

Aunque no sea a mi sueño...