Premonición

Tuve un sueño premonitorio. Y en lo que lo tuve, recordé esta imagen. Cuando saqué la foto, dije que nunca la había visto. Pero en ese sueño recordé que no. La había visto cuando paseaba con Nikolais. Y comprendí tantas cosas que antes parecían escasas a mi propia comprensión.

Volver a lo de antes es retroceder. Fingir alegría es hacerme daño. Negar la felicidad es hacerme aún más daño. Alejar a quienes amo porque creo que es lo correcto es comportarme como Nikolais, y romper mi juramento que jamás haría cosas como él.

No soy una buena persona, lo sé. Me burlo, guardo rencores, soy vengativa y miento a descaro. Aprendí a abusar de quienes confían en mí y a renegar lo que siento por ellos. Confío en que lo que decido es lo mejor y sirvo más de mal ejemplo. No me agrada mi vida, me frustro constantemente, desearía tener lo que no tengo y jamás aprecio lo que tengo. No me interesa cuidarme, total, es mi vida. Y constantemente camino en las orillas de los abismos varios que hay donde se me ha ocurrido venir a instalarme. Pero así soy.

Así me conocieron muchos. Así fue como me vieron. Con pena, con ira, con rabia, con esperanza y con resignación. Así soy.

Y aún así, están conmigo...

No voy a ser como Nikolais. No cometeré sus mismos errores. No permitiré que mi sueño se cumpla, porque cuando llegan revelaciones "divinas", hay que tenerlas en cuenta. Y no me gustó para nada lo que vi. Verme sola y alejada del mundo me da igual. Pero no quiero verlos como los vi. No quiero ver a la Nova con ojos apagados, recordando a su madrina. No quiero ver a mi Amatista contándole a sus hijos que una vez tuvo a Jade. No quiero ver a la Dani, leyendo un libro triste, pensando en su otrora hija. No quiero ver a Theo bebiendo un café solo, pensando en su mejor amiga. No quiero ver a Blody, extrañando a su siamés. No quiero ver a Meshi, caminando sola por Santiago. No quiero ver a mis trillizos, pensando en la que alguna vez fue su madre, dándoles abrazos, besos y amor a destajo. No quiero ver a Terry cocinando mientras piensa en lejanas conversaciones en el piso de una cocina olvidada. No quiero ver a Blaise fumándose un cigarro mientras se cubre con su paraguas de la lluvia y nadie va a su lado. No quiero ver a Alma mirando el Bosque en soledad y botando lentas lágrimas. No quiero ver a Griego recorriendo el mundo con una falsa sonrisa, pensando en la que alguna vez lo amó tanto. No quiero ver a un Ángel guardián sin a nadie en quien cuidar. No quiero ver al Beto mirando su yeso guardado, con las últimas palabras que poseían sonrisas.

No quiero.

Me niego a que simplemente sea alguien importante que los abandonó. No quiero que me escuchen mientras trato de alejarlos de mi vida. No quiero que me crean cuando les digo que es lo correcto. No quiero que me hagan caso.

Quiero estar mi vida entera con ustedes, amándolos, sonriéndoles y contándoles las mil historias que iluminan mi sangre misma.

Los quiero para siempre conmigo, como me han dicho que quieren que esté...