martes, 21 de septiembre de 2010

Porque de muchas cosas


Estaba con Theo, después de almorzar en mi casa, pensando y conversando respecto a todo lo que está aconteciendo, y tuve mi momento de iluminación.

Todos me han permitido ser autodestructiva, ser egoísta, mimada, caprichosa, llorona, me salgo con la mía y constantemente los pongo entre la espada y la pared. Todos, en mayor o menor medida, lo han permitido.


Todos, menos tú.


Por eso eres tan importante. Porque me obligas a crecer, a madurar, a ser una persona centrada y responsable. Y lentamente lo estoy haciendo, es verdad. Con mucho esfuerzo, con todas mis energías centradas en ello y con el apoyo de mucha gente. Estoy asumiendo que ya se supone que soy grande, no una pendeja, y que tengo que asumir las cosas que hago y que acciones traen reacciones y todas esas cosas.

Por eso jamás podríamos estar juntos.

Le conté a Theo que una vez le pedí a mi padre que me mandara a alguien que me ayudase a apreciar la vida en sí, y que me enseñara, de una forma u otra, que tenía que dejar de ser una niña y volverme mujer. Y a las semanas te conocí a ti. Y contigo he crecido de una manera increíble. Hasta el punto que descubrí lo que era amar. Y amar mucho. Y que, a pesar que lo intento, no puedo olvidarte.

No creo que esté enamorada. Para eso, debería ser correspondida. Y según yo, no. Ya asumí que me equivoqué, aunque no te importe. Me gustaría saber si alguna vez sentiste algo. Y que si te gustaba, me lo hubieses dicho a mí y no a la gente que nos rodea, porque te aviso que recién ahora me enteré que alguna vez dijiste eso.

Hubiese sido más fácil que te decidieras. Que fueras sincero. Que fueras claro. Por eso no podemos estar juntos. Porque no sabes nada. Porque ni siquiera dices que significo algo. Porque tanto me repetiste que te doy asco, que terminé creyéndolo. Pero luego le dices a todos que me quieres...y no entiendo.

Niño de 10 años, ¿recuerdas que te dije así? Es verdad. No digo que yo soy mujer de 23...pero, como dijo Theo, era muy simple la respuesta.


Sí o No.


La mía ahora es sí. Pero no podemos si tú constantemente gritas el "no sé". Es simple. O dices "sí" para intentar algo, aunque sea de amigos. O dices "no" y te olvido definitivamente. Pero en ascuas, no más.


Y espero de corazón que esta vez si hayas leído.

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