Torta Tres Leches

La primera vez que probé esta torta fue en el cumpleaños nº3 del Ferrán. Me encantó. La encontré la torta perfecta para un cumpleaños.

De ahí, nunca más volví a probarla. No lo sé, no me llamaba la atención probarla de nuevo, porque querría hacerla y sentía que era difícil y que me quedaría horrible y me frustraría y...no, mejor no.

Un día Griego me dijo que era su favorita...y claro, decidí que debería aprenderla.

¿La verdad? Fue frustrante. Demasiado fácil. Hasta la transformé en una torta masoquista, en medio de las risas de Katie y los intentos de asesinato de mi parte a esa inocente torta. En realidad, fue una tarde entretenida, pero no un desafío como pensé.

Pero me dio igual.

Cuando la probé, primero disfruté del sabor. He de decirlo, quedó exquisita. Y luego, mi cabeza sola me llevó a tu rostro sonriente, de niño mimado, comiendo torta y a tu lado yo tomando un café. Tal como sucedía con el yogurt congelado.

¿Sabes? Eres un caprichoso y mimado. Por primera vez en mi vida tengo que enfrentarme a lo que sufren mis amigos por mis caprichos. Y descubrí porqué ellos siguen haciéndolo. De verdad disfruto dándote en el gusto, con tal que sigas sonriendo de esa manera, tan de ti.

Te amo. A ti, a tus caprichos, a tus enojos, a todo.

Pensaré en ti ahora con los yogurt de vainilla, café y azúcar, late, al lavarme los dientes y con la torta de tres leches. Eres una ola de recuerdos, con rasgos de niño y de hombre, y esencias de pasta dentrífica, leche dulce y café con perfume de domingo.

Te amo más que las líneas anteriores ^^