Desde que empecé a estudiar a la Antigua Grecia, noté ciertas características que llamaron poderosamente mi atención. Y entre ésas estuvo siempre en primer lugar su manera de amar.
Ellos jamás se fijaban en los cuerpos para amar. No amaban cuerpos en sí, sino personas. Era el alma, la esencia misma de lo que se enamoraban. No miraban el envase, eso era meramente sin importancia.
Para encontrar la elevación completa, no sólo cultivaban su alma. No sólo incrementaban sus conocimientos e intentaban que su sabiduría saliera del común. No. También elevaban sus cuerpos. También intentaban llegar al equilibrio y la sublevación de los sentidos. Porque el humano no solo estaba hecho de alma, sino también de carne. No era pecado, era más allá.
Siempre he pensado que alguien fue muy claro: "Amáos los unos a los otros"...jamás especificó cómo ni a quién...
Si los griegos fueron una sociedad de lo más avanzada...¿nunca han pensado que era porque no tenían amarras sociales? Era simple. Si amabas, solamente era unirte. Si no amabas, podías crecer como humano. No es amor libre. Es encontrarnos a nosotros mismos.
¿Tan difícil es entender que eso de "hombre y mujer" simplemente nos lleva al estado primitivo de la procreación? Si somos capaces de sentir, entonces no veamos a quién amamos. Simplemente amémoslo.
Por eso, prefiero vivir a la usanza griega con sonrisa en la cara y plena conciencia de mi alma y mi cuerpo, que vivir en el siglo XXI, matándome de ausencia.
Esta entrada va dedicada a una pequeña que está por ahí, rogando encontrarse con mis brazos...mientras yo ruego exactamente lo mismo. Te amo, Nena.
1 comentario:
MATASTE SHOOORA ><!!!
SE TE EXTRAÑA U.U
ESPERO VERTE PRONTO ^^
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