lunes, 24 de enero de 2011

Comprensión


Sé que para ella tiene que haber sido difícil. Me imagino. Un domingo tranquilo, después de un almuerzo familiar. Está viendo televisión, relajada, mientras revisa unos papeles. Y suena el teléfono. Y contesta. Y le dicen que su hija menor se intoxicó con pastillas.

Sí, debe haber sido asquerosamente horrible. Vivir todo eso. Dejar de actuar como madre y tener que ser enfermera. Y atender a esa joven de ojos grises, perdidos y vidriosos. Y limpiar esa lágrima solitaria que cayó desde esa mirada plata, que la observaba asustada. De la misma forma que la miraron años atrás.

Por un segundo debe haber pensado que perdería a su hija. Y recordar que su padre también murió un domingo no tiene que haber sido agradable.

Lo sé. Le di uno de los peores miedos que sufre un padre a mi madre. Sé que actué sola, que fui egoísta, que nunca consulté, que no pedí ayuda, nada. Simplemente decidí que mi vida debía acabar a los 19 años. Jamás pensé en ti, madre...

Han pasado casi 7 años desde ese día. Cada día desde que todo salió bien aprendí a conocerte, a confiar en ti, a hablar y a escuchar. Me ha costado, no estoy acostumbrada a confiar mucho en ti. Pero nadie puede decir que no he dejado hasta el alma en intentarlo.

No importa todo el esfuerzo, siempre te recordarán tu error. Siempre te dirán, cada vez sin menos tacto, que fuiste un completo idiota al querer morir. Se burlarán tanto de ti, te llevarán a tal estado de molestia, que un día les gritarás que si te iban a recordar toda la vida eso, de manera tan despectiva, mejor no te hubiesen llevado al hospital. Y apenas dejaras de decir eso, pensarías en todo lo que habrías perdido si no te hubiesen salvado. Y más rabia te da, y solo respiras, miras con odio y dices "estúpidos...eso es lo que son..." y te vas.

Optas por hacerte un café hirviendo, mientras audífonos tapan tus oídos. Te hablan, pero niegas con el dedo. Solo estás evitando decir algo mal. Solo quieres que la rabia se vaya.

Sé que cometí un error. Sé que la solución nunca fue querer morir. Tengo perfectamente claro que fui egoísta y todo. Pero si llevo 7 años arreglando lo que arruiné, mejorando como persona, pagando ese karma...enrostrarlo no ayuda. Nunca he refregado en sus caras los errores cometidos, ni mucho menos los cometidos conmigo. He suspirado con tristeza, he alzado la mirada, sonreído y seguir caminando. Jamás un reproche, jamás nada.

Son humanos, al igual que yo. Y se cometen errores. Y si no los cometiésemos, no seríamos ni la mitad de lo que somos.

Sé que trataré de hablar con ella. Sé que me dirá que la televisión está más entretenida. Sé que insistiré, sé que me hará callar subiéndole el volumen al televisor. Sé que suspiraré, me levantaré, entraré a la cocina a tomarme un café. Y sé que después me iré a la escalera, y antes de subir, miraré y le diré que baje el volumen.

Así se solucionan las cosas. Ignorando y comprendiendo de una manera demasiado extraña.

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