jueves, 8 de octubre de 2009

Comida

Sí, una entrada a la que es mi pesadilla el día de hoy. Todo el mundo sabe que no me gusta comer sola. Es decir, que a veces de plano prefiero estar todo el día sin comer antes que sentarme a la mesa sola. Pero ahora...se me ha hecho costumbre comer sentada en mi cama, frente al Net. ¿Por qué? No creí jamás que me pasaría. Toda mi vida me senté en la mesa y comía lo que quería, y a nadie le importaba. Y si hacían algún cmentario de que estaba gorda, me lo tragaba junto con la comida que estaba en mi boca. Pero ahora...no sé qué es peor. Estar enferma o que sepan que, además, estoy de lo otro enferma.

Si me siento a la mesa, sus ojos se posan en mí. Vigilan cada cosa que me hecho a la boca. Siempre ahí, respirando en mi nuca, susurrándome cosas ininteligibles. Así a cualquiera se le va el apetito. Tengo 22 años, aunque me duela aceptarlo (la verdad?, quisiera tener 10) pero mi oendejería es en mis decisiones, no en mis cuidados. Luego de tantos años de tanto, por fin supe que tengo. Grave o no, es lo que tengo. No me gusta, no me agrada, me aterra. Pero es lo que hay. Y no...lo que pasó el 2006 no significa que voy a ir al super y comprarme un monton de chocolates, bebidas, papas fritas y comer hasta la muerte. No! Ya ni siquiera me gusta el té endulzado. La lechce con avena, sola, es un placer desde mi infancia. Solo estraño los helados. Me gustaba comer helados, pero ya no puedo. Y no comeré. Entonces...¿por qué tanta vigilancia? Llevo dos semanas comportándome regiamente. He comido lo que debo...y a veces, ni eso, pero no es por obsesiva. Recuerden, es mi cuerpo el que rechaza a veces. Pero no he salido de mi dieta, no he comido nada no debido ni nada por el estilo. ¿Por qué tanta vigilancia?

Fácil...no confían en mí...

Por eso, desde que me dieron el diagnóstico, prefiero comer sola. Porque sus miradas inquisitivas me afectan y, de paso, me quitan el hambre. Como pensaba el señor Sedler...que sea gorda no significa que yo sea una cerda para comer...pero no seré yo quien los convenza de eso. Total, siempre seré la chancha que se come hasta el aire...

Sería...

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