miércoles, 18 de agosto de 2010

¿A qué le temes?

Esa pregunta me quedó dando vueltas mucho tiempo en la cabeza. ¿A qué le temo? A veces llego a odiar al Beto con sus preguntas sacadas de la peor de mis películas de terror. Y claro, también odio al Ale, su tierno novio que se le ocurre hacer los comentarios que llevan al Beto a esas preguntas ¬¬.

En fin...después de pasar un almuerzo con ambos (es increíble ver al Beto sentado xDD), comenzaron esas preguntas. A qué le temo, de qué huyo, etc etc...

Luego vino el cuestionamiento constante. Ya no me podía quedar tranquila, porque tengo perfectamente claro que el Beto jamás hace una pregunta porque sí. Entonces vino mi total cuestionamiento hasta que llegué donde Baudi y se dio el tiempo de conocer el problema.

Baudi y sus mil teorías no me ayudaron mucho xD pero sí descubrí qué era lo que tanto temía. Es algo tan sencillo...pero como que no me agrada pensar que aquella facilidad es lo que me está destruyendo los sesos, por decirlo de alguna forma.

Entonces como que mi cabeza dice "tenemos que solucionar esto" y yo digo "sí, no se puede esperar más". El problema es...¿cómo solucionarlo?

¿Para qué dejar de temer?

El temor me hizo libre, es irónico. Pero fue importante. No quiero que deje de serlo, pero tiene que dejar de serlo. Pero...¿por qué? Porque un motivo concreto no tengo...pero si hay un "alguien". Y la existencia de ese "alguien" es la gracia.

Ese "alguien" es la persona más especial que se ha cruzado en mi vida. No lo quiero como hombre, como muchas veces a tratado de evitar el Beto. Ni es el amor de mi vida como dice Blody cuando colapso ^^. Ese "alguien" es una especie de prueba gigantesca que se cruzó en mi vida. Quererlo era el reto. Pero quererlo de verdad, no a medias. Ahora lo quiero. Con defectos, virtudes, con todo. Soy capaz de reírme con él y de él. Logré esa separación. Y me encantaría decirle que lo amo. Pero que lo amo como persona, como es en esencia, como el ser que es. Y que como estemos, estoy feliz. Porque siempre hace cosas que me dejan feliz. Entonces...¿por qué superar ese miedo, por él?

No es por él. Es por mí. Solo que la existencia de él es la fuerza que necesito. No es que él me vaya a apoyar. Pero si necesito conversar con él para que destruya todo eso. Para que se burle de mí y luego me haga ver lo patético que es mi discurso. Que me ignore y me mande a vivir.

¿Y luego me preguntan porqué amo a ese hombre?

El gran problema es...luego de eso, decidiré seguir. Intentar. Ser feliz...¿con miedo? Se supone que no. Pero ya no tendré la guarida. Y estaré a la interperie si todo sale mal. No es renunciar a la coraza. Es salir de la fortaleza, que es distinto.

Entonces es hora de seguir. Hora de mostrar que no todo es eterno. Y hora de sonreír ante cualquier problema. ¿Qué malo podría pasar? Mil cosas malas podrían pasar, pero prefiero no pensar en ello y continuar.

No es que el mundo me haga feliz, o que ahora esté triste. Es solo que mientras tenga este miedo, no podré ser completamente feliz, porque siempre seré yo, con este miedo, que arruino todo.

¿A qué le temes?

A lo que podría pasar si empiezo a ser así. Pero, al carajo. Continuar y arriesgarse. Cruzar ríos y mares, y no rendirme. Si antes fingí que no importaba, ahora no importa de verdad.





Gracias. Sueles hacerme feliz de nada, cada vez que te vas ^^

No hay comentarios: